Recientemente el ex Presidente de ACTI, Raúl Ciudad, ha señalado que de los US$2.700 millones en 2007, la industria TIC en Chile sigue por debajo de los estándares de países desarrollados. Mil millones corresponden a compras de hogares y los US$1.700 restantes, a inversión de empresas, Gobierno y Academia, representando el 1,2% del producto nacional. Aún con estas cifras, Chile lidera en Latinoamérica en uso de tecnología, pero necesita aumentar su nivel de inversiones TI si pretende ser desarrollado en 2020.
Nuestro país cuenta con 500 empresas que tienen un alto potencial de desarrollo, una de las áreas que más impacto puede llegar a tener es la del Offshoring, que dentro de las líneas definidas por el Consejo de Innovación se destacan por su alto impacto y valor agregado que entregan al país. Ciudad señala que en el negocio de los servicios de Offshoring, o exportación de servicios TI (ITO) al extranjero algunas empresas del sector, incluyendo internacionales operando en Chile, están exportando servicios de desarrollo de software, call centers, BPO’s y otros, por montos que en 2007 alcanzaron US $250 millones. En 2008 la cifra llegaría a US$ 400 millones. Por esto, las metas son ambiciosas pero no imposibles, US$ 1000 millones de exportaciones para el 2010 y US$ 5000 millones para el 2016.
Pero para poder seguir creciendo en esta industria se requiere contacto con diversos factores que influyen en el ambiente para desarrollar negocios, uno de ellos es la educación para poder contar con un capital humano preparado para las exigencias de la sociedad de la información, también se requiere contar con cuerpos normativos adecuados al contexto global, en materia como protección de datos, propiedad intelectual e industrial. Las exigencias que nos depone el mundo llevan también a que la Administración del Estado, esté preparada tanto en su capital humano como en su ordenamiento jurídico para hacer frente a los desafíos que tenemos como país.
