El viernes 28 de noviembre, sólo hace un par de días, he almorzado con una de las personas con más visión de país y de futuro, Fernando Prieto. Con Fernando hemos compartido su experiencia profesional en materia de proyectos de TI y también nos ha dado algunos consejos para hacer frente al nuevo escenario que se presenta en la industria, todo ello en una mesa que no eramos más de 8 personas, todos ingenieros menos 2 abogados, yo era uno de ellos. Aprovechamos de conversar sobre su libro Chile en un mundo sin fronteras” de Evelyn Matthei y Fernando Prieto del cual ya hemos escrito en post anteriores. Sin lugar a duda, esta parte de la conversación fue muy interesante, analizamos la situación de la educación en Chile, los problemas para poder emprender y cómo los jóvenes no se han tomado los espacios que existen, claro, varios han comenzado a tomarse internet como espacio pero hay otros y aun están disponibles.
Un tema que le llamó la atención fue en relación al marco regulatorio existente en Chile y en particular a la dispersión legal que ha impedido que en Chile se hagan negocios relevantes con empresas de tecnología. Nos planteo la necesidad que las empresas desarrolladoras de software chileno miren al exterior, se nutran del capital humano en latinoamérica, que innoven y que sean capaces de adecuarse al nuevo contexto mundial, es decir, empresas globales que toman un poco de aquí y de por allá teniendo como base de operaciones a países seguros, sin problemas políticos y con economías estables. Al parecer nuestra gran ventaja macro económica es también una gran oportunidad para desarrollar negocios.
Realmente fue un almuerzo muy interesante, con excelentes consejos, con gran voluntad de querer cambiar lo establecido y aprovechar las oportunidades que nos da la crisis que estamos viviendo.