El 30 de noviembre se conmemora el día mundial de la seguridad de la información, fecha instaurada en 1988 como consecuencia del primer caso de malware de propagación en red, conocido bajo el nombre de “Gusanos de Morris”, el cual afectó al 10% de las máquinas conectadas a Internet (Aparnet).
A raíz de esta situación la Association for Computing Machinery (ACM), consideró que cada 30 de noviembre se recordará la obligación y la necesidad de proteger los datos personales, a nivel global.
Lamentablemente las medidas para proteger la información y evitar vulneraciones como la recientemente descrita, no han avanzado tan rápido como sí lo ha hecho la tecnología, ubicando a Chile en la posición 50 en materia de ciberseguridad global, según el índice Nacional de Ciberseguridad de Estonia, elaborado por la e-Governance Academy Foundation.
Si analizamos los datos, encontraremos debilidades en temas relativos a la protección de servicios digitales. Lo mismo ocurre en protección de servicios esenciales y protección de datos personales, donde tanto la legislación como también la ausencia de una autoridad de control otorgan un bajo puntaje. Otro aspecto a considerar es la gestión de cibercrisis que también presenta una baja evaluación. Es decir, nuestro país está atrasado en la materia, lo que no solo afecta e impacta a las instituciones públicas y privadas, sino que también a consumidores y entrega de servicios en general.
