Para diferenciarse en el mundo de los negocios un tema importante es proteger tu marca y tu distintivo. Para ello en Chile existe la ley de propiedad industrial (Ley 19.039) y un organismos que lidera el proceso de registro de marcas, el Instituto de Propiedad Industrial INAPI.
Según la ley 19.039 Ley de Propiedad Industrial registrar una marca cuenta 1 UTM al inicio (Publicación en el Diario Oficial), más 3 UTM al término del proceso (sin considerar el costo de asesoría legal). El proceso demora unos 6 meses y la protección dura 10 años. Desde que se pide una marca, se bloquea la posibilidad de que otro pida la misma en ese rubro. Este proceso de realiza en el Instituto Nacional de Propiedad Industrial.
Las marcas funcionan con 2 principios, el de especialidad, que significa que la marca se protege sólo en el rubro donde se registró y el de territorialidad, que implica que está protegida en el territorio donde fue registrada. Las marcas pueden ser denominativas, etiquetas o mixtas. Las denominativas están constituidas sólo por el texto, la etiqueta es un logo sin texto y la mixta es una combinación de ambas. Si una empresa usa esos elementos debe protegerlos ambos.
Errores que no hay que cometer:
No cometas algunos de los errores, tales como: No patentar por miedo a que les roben la idea. Muchos emprendedores se niegan a patentar bajo este concepto, pues sienten que les robarán su idea. Sin embargo, no obstante que es un riesgo como cualquier otro en la vida, no deben perder de vista que lo único que los hará más valiosos ante un inversionista es su propiedad intelectual, y esto es más contundente tratándose de patentes. No registrar marcas porque la ley no sirve. Un temor absurdo, pero todavía existente. Sin embargo, en la vida real la ley funciona, no como a muchos nos gustaría, pero funciona, y si no la utilizas a tu favor, alguien más lo hará para obtener una ventaja, y probablemente cuando tengas éxito utilizarán esa ventaja en tu contra.