Si eres programador de software o tu empresa desarrolla programas debes tener esto presente en tu modelo de negocio:
En las últimas semanas nos ha tocado revisar algunos contratos que confunden el concepto de licencia de software con el de cesión de derechos.
Tenemos que tener claridad que la licencia de software es un contrato mediante el cual el titular de los derechos de explotación permite a un tercero el uso del software bajo condiciones específicas. Aunque otorga derechos de uso, el licenciante sigue siendo el propietario del software y puede imponer limitaciones como la cantidad de copias permitidas, la prohibición de modificar o redistribuir el software, y otros términos de uso. Este tipo de contrato es común tanto en software propietario como libre, y puede ser por un período limitado o indefinido.
Por otro lado, la cesión de derechos de software implica la transferencia total e irrevocable de los derechos de explotación a un tercero. En este caso, el cedente cede completamente el control sobre el software, lo que permite al cesionario explotar el software libremente, incluyendo la posibilidad de otorgar licencias o realizar modificaciones sin restricciones del anterior titular. La cesión, a diferencia de la licencia, suele estar acompañada de una remuneración económica y elimina la participación del cedente en el uso futuro del software.
En resumen, la principal diferencia radica en que la licencia otorga un derecho limitado de uso, mientras que la cesión transfiere completamente los derechos de explotación. La licencia permite que el titular retenga el control del software, mientras que la cesión implica la pérdida total de los derechos sobre el mismo.