El entorno laboral está cambiando más allá de lo que esperábamos. Hemos escrito anteriormente cómo la 4 Revolución Industrial lo iba a cambiar todo o tal vez gran parte, pero las cosas se han acelerado, principalmente por la transformación digital y los más de 18 meses de pandemia en que llevó a las empresas a maximizar el uso de la tecnología y en el uso del teletrabajo para continuar sus operaciones.
Si vemos a nivel mundial recientes artículo nos plantean cómo el entorno laboral de la industria 4.0 está requiriendo diversos perfiles profesionales. Es aquí que confluyen numerosas tecnologías (hardware, sensores, procesadores, Inteligencia Artificial, Manchine Learning, big data, robótica, nuevos materiales…) para alcanzar la fábrica inteligente. Un reciente artículo publicado por la revista española Emprendedores nos plantea las interesantes oportunidades que se están generando en el mercado tecnológico.
Vemos así que aparecen requerimientos profesionales tales como en ciberseguridad, fraudes tecnológico. data broker(relacionada con la captación, interpretación y gestión de los datos para su posterior venta). Pero, junto al negocio de data broker, hay una oportunidad enorme en la protección de estos datos, además en la trazabilidad que consiste en la verificación de firmas y la identificación digital, también están viviendo un impulso importante la verificación de documentos y contratos., reputación online en temas de marketing personal con algún algoritmo que permita limpiar nuestra vida en la red. Tema de preocupación de varios.
Todo lo anterior se ve muy interesante, pero requiere de competencias digitales pero también de las habilidades blandas y una mayor apuesta por la educación intermedia serán claves para recuperar empleo y competitividad en un entorno global y cambiante que estamos viviendo.
No podemos generar una nueva brecha digital afectando a miles que no tengan la capacidad de adecuarse al nuevo entorno que estamos viviendo, es un escenario muy interesante y desafiante, pero para muchos también será un contexto angustiante dado los veloces cambios que estamos viviendo.
Dado este escenario, toma con mayor fuerza la frase de Alvin Toffler, “El analfabetismo en el siglo XXI no significa no saber leer ni escribir sino ser incapaz de aprender, desaprender y reaprender”, este sin lugar a dudas es un gran desafío para nuestra sociedad y para las personales en particular.