La abundancia de las cámaras de televigilancia, el uso de software o juegos que circular por las redes sociales hacen preguntarse a quién pertenece el rostro de las personas que son capturados en estos diversos entornos. Hoy en un contexto de pandemia donde el uso de cámaras térmicas, drones, cámaras de vigilancia es una realidad más presente que nunca.
El profesor Enrique Dans publicó recientemente un artículo denominado ¿A quién pertenece tu cara? en este hace referencia de cómo la popularización del uso de machine learning para la generación de deepfakes, la evolución del uso de esa tecnología ha sido inequívoca: el 96% de los vídeos creados son pornografía, y el 99% de ellos utiliza imágenes de actrices o cantantes conocidas.
Sin lugar este es un tema nuevo que desafía al derecho desde la perspectiva de los atributos de la personalidad, el derecho de la imagen y su uso por terceros sin la autorización correspondiente es una realidad que cada vez más debemos tener presente en el contexto de la penetración de las nuevas tecnologías.