Es una realidad que cada vez más somos dependientes de la conectividad a través del celular y en especial a seguir vinculados con el trabajo. El no hacerlo genera efectos en los trabajadores y no hay una recuperación física ni psicológica.
Fatiga informática. Todo el día pegados a una pantalla, ya sea por cuestiones laborales o cuando llegamos a casa temas personales. Los primeros no se pueden evitar. Contra los segundos es necesario luchar para que toda nuestra vida no gire entorno a la pantalla de un ordenador o de un móvil. El problema surge cuando en la empresa nos exigen seguir conectados por si pasa algo. Por eso muchos reclaman lo que ahora se está a punto de conseguir, que apagar el móvil después del trabajo sea un derecho reconocido por ley.
Y no se trata solo de apagar el móvil de empresa que nos han facilitado, sino que muchas veces nos vemos obligados a hacer lo mismo con el personal. Hay gente que no respeta el descanso, que piensa que si ellos están trabajando, tu deberías atenderles. Y esto para determinados sectores es un grave problema, porque nos iríamos a un servicio 24 x 7 todos los días de año.
Por eso es importante que este derecho se reconozca por ley. Y es lo que se está haciendo al incorporarlo a la redacción de la Ley de Protección de Datos para que los trabajadores y empleados públicos tengan derecho a la desconexión digital fuera de su tiempo de trabajo para garantizar su descanso, permisos y vacaciones, así como su intimidad personal.
Fuente: WEF