Desde el 14 de septiembre es obligatoria la aplicación de la segunda directiva europea sobre Servicios de Pago Digitales (PSD2), un nuevo impulso al desarrollo del comercio electrónico en Europa.
A quién afecta. La directiva afecta al sector financiero, a los proveedores de pagos electrónicos, marketplaces, y comercios electrónicos.
A qué afecta. Fundamentalmente, a la forma de pago online. PSD2 obliga a los bancos a dar acceso a las cuentas de sus clientes a terceras empresas (proveedoras de información de cuentas y de pago o TPPs). En la práctica, con la PSD2 el consumidor cuando compra un producto –y esta es la novedad principal– está autorizando al comercio a ejecutar pagos en su nombre a través de su cuenta bancaria. De esta manera, se agiliza y simplifica el proceso de compra, ya que el comercio y el banco se comunican ahora directamente utilizando una API (interfaces de programación de aplicaciones).
Refuerzo de la seguridad en los pagos online. PSD2 también refuerza la seguridad en los pagos online. En ese sentido, para evitar posibles operaciones fraudulentas y minimizar la desconfianza que pueda generar que el banco ceda datos a terceros, va a exigir -mediante un sistema de autenticación reforzada (SCA)– dos de tres elementos de autenticación: algo que posee el usuario (como, por ejemplo, la tarjeta o su propio dispositivo móvil), una clave o código, y algo intransferible (como la huella dactilar o el iris).