El Parlamento de Australia aprobó la primera ley del mundo que exige a las empresas de tecnología que otorguen acceso a mensajes y comunicaciones cifrados, a los funcionarios encargados de hacer cumplir la ley.
La ley autoriza a la policía a obligar a las compañías a crear una vulnerabilidad de seguridad, a menudo llamada puerta trasera, que daría a los investigadores acceso a la comunicación de un individuo sin el conocimiento de esa persona. Marca un hito importante en las llamadas “guerras criptográficas” sobre la capacidad del público para “apagarse” a través del potente cifrado disponible en los dispositivos comerciales.
Las autoridades de Australia, EE. UU. Y EE. UU. Han argumentado durante años que tal acceso es necesario para ayudar a la policía a combatir el cifrado en la tecnología moderna que los protege de las técnicas de intercepción tradicionales. Los defensores de la privacidad, los tecnólogos y las empresas, incluido Apple, han criticado el proyecto de ley australiano y propuestas similares en otros lugares, diciendo que tales planes introducirían portales para el abuso del gobierno y hackers maliciosos por igual.
Fuente: Cyberscoop