A los encargados de compliance se les está asignando una tarea cada vez más sofisticada, ya que las expectativas en torno a recopilar, analizar, informar y proteger los datos comerciales han evolucionado.
Los rápidos avances en la tecnología y una vertiginosa gama de requisitos regulatorios regionales han elevado la apuesta de los gerentes de compliance, según el panel, al tiempo que aumentan la escala, el alcance y las necesidades de seguridad de los datos generados.
Las empresas primero deben determinar el flujo de trabajo: ¿comercializa solo con agencias, es un creador de mercado, etc.? Y luego establecer si los datos de esa actividad se adquieren de manera clara. A partir de allí, cómo se manejan los pedidos depende de la aplicabilidad de varias regulaciones de cumplimiento, y los equipos de cumplimiento llevan el conocimiento recabado a los comités de mejor ejecución y departamentos legales para asegurarse de que las políticas, procedimientos y aquellos programas de monitoreo de alogaritmos incorporen lo aprendido.
Las empresas están cada vez más expuestas a más requisitos. Es imposible probar una mejor ejecución sin poder vincular las comunicaciones que entraron en una operación determinada. El reto es archivar los datos comerciales y las llamadas de voz y coincidirlos con una transacción en particular cuando un regulador le solicite que pruebe que ha recibido el mejor precio.
Fuente: Bloomberg