La semana pasada me tocó ser jurado en los proyectos de emprendimiento de EmprendeUC , una interesante iniciativa que realizamos conjuntamente el área emprendimiento de la PUC junto a DuocUC con su Centro Innova , llegaron más de 700 propuestas de negocios y claro, como en todo concurso hay que seleccionar sólo 12. Muchas ideas, mucho interés de jóvenes por participar y también varios no tanto, como dicen por allí algunos con experiencia acumulada. Pero bueno, entre los asistentes a la premiación me encontré con varios antiguos participantes que hoy sus emprendimientos está detenidos, algunos por falta de recursos, por búsqueda de alianzas y reformulando el negocio, pero también, porque entraron a ser trabajadores dependientes, eso los relajó y hoy los tiene con su proyecto a media marcha. La comodidad de recibir un sueldo fijo a fin de mes es agradable, hay que tener claro que existen oportunidades y etapas para emprender, si se es jóven es allí cuando se debe poner toda la energía, para iniciar ese negocio que pensamos y llevamos dentro de nuestra mente, e incluso no es necesario ser jóven, lo importante es el espíritu por emprender.
Lo que he visto en estos 2 años en que vengo trabajando con emprendedores es una clara voluntad por querer lograr algo, más que dinero, es un sentido de trascendencia, dejar huella, el crear algo, es impresionanete como algunos se aferran a sus proyectos como una creación que tiene vida propia e identidad, muchos entregan más que horas de sueño a su proyecto, le dan la pasión por entregarlo todo. Varios han tenido éxito, pero esa tasa es baja, hay que aprender y reaprender, ese es el desafío de un emprendedor, pero también se debe estar dispuesto en algún momento a vender tu negocio, desprenderse de ese proyecto, volver a ser libre para nuevamente crear algo que volverá a ser parte de nuestra sociedad. Me ha tocado ver casos de emprendedores que lo han hecho y que hoy están volviendo a crear un nuevo proyecto, eso es lo maravilloso de estas personas su capacidad de generar ideas, desarrollarlas y llevarlas a su máxima plenitud.
