La masividad de los libros electrónicos está generando nuevos modelos de negocios. Cuando viajé a Barcelona hace unas semanas atrás, varias de los pasajeros Europeos y Americanos que iban en el avíón llevaban su Ebook sea el Kindle, Ipad u otra herramienta. A continuación transcribo como funciona: EbookFling.com una plataforma virtual para el préstamo de libros electrónicos. En su web facilita el préstamo directo de los libros electrónicos entre los usuarios del Kindle y del Nook. Cada lector puede conseguir millones de personas con las que compartir sus lecturas, más allá de los amigos o conocidos. Además, el préstamo es gratuito. La iniciativa llega de la mano de BookSwim, que ya se dedicaban al préstamo online de libros de papel. El modelo funciona de la siguiente manera: los usuarios ponen a disposición de la plataforma una lista con todos los libros digitales que han comprado. Cuando otro miembro solicite un título determinado, EbookFling envía al dueño del libro un correo electrónico con instrucciones paso a paso para prestarlo. La transacción se hace a través de Amazon o Barnes & Noble y EbookFling lo verifica para después avisar al solicitante que el libro está listo para la descarga. Cada vez que un usuario presta sus libros, obtiene créditos (1 cada cinco libros prestados), que se pueden utilizar para sacar libros de otros miembros de la plataforma. Cada período de préstamo tiene una duración de 14 días, como establecen los préstamos de Amazon y B&N. Por esta misma razón, el negocio es legítimo puesto que se ajusta a los términos de uso de las dos librerías online. Como se sugiere en el artículo de Los Angeles Times, a pesar del miedo que pueda existir por parte de los editores a perder ventas potenciales de sus libros, como en el mundo “analógico”, el préstamo de un libro puede suponer el descubrimiento de un nuevo autor por parte de un lector, y, por tanto, un futuro lector asiduo de dicho autor o autores. Es decir, como ya señalamos en su día, el préstamo ayuda a fomentar de la compra de nuevos libros.
Fuente: Comunicación-cultura.com