El Gobierno lanzará la mayor reforma a las telecomunicaciones de los últimos 20 años. El plan considera eliminar la Larga Distancia Nacional. Para esto, primero se unificará la numeración a nivel país, lo que facilitará las comunicaciones entre regiones aledañas. La decisión está tomada: terminar con la Larga Distancia Nacional (LDN).
El objetivo final del Gobierno es implementar una regulación que permita una competencia total entre todas las plataformas: ya sea telefonía fija, celular o sobre internet.
El Ministro Morandé señaló que “Esto beneficia a todo el sistema, porque permite al proveedor del servicio llegar con la tecnología que sea más beneficiosa para el usuario final. Tú podrás contratar un servicio en tu casa y te va a dar lo mismo si llega por cable, satélite o el celular. Lo que importará será que sea de buena calidad a un precio conveniente”.
Para esto, la primera medida que se tomará será uniformar la numeración telefónica en el país: que todos los aparatos hoy existentes tengan nueve dígitos, a lo que se sumará el código 56 cuando se quiera llamar desde el extranjero. Esto comenzará a regir el próximo año. El segundo paso es la portabilidad numérica. Y aquí, la idea es que los usuarios no sólo puedan cambiarse de compañía manteniendo su número. El objetivo es que un usuario de una plataforma (ya sea telefonía fija o móvil) elija libremente cuál prefiere y pueda mantener su número. Así, si un abonado de la telefonía fija quiere irse a la móvil, lo podrá hacer con su mismo número.
El último gran paso será eliminar gradualmente la LDN. El actual sistema -de hace más de 20 años- considera 24 zonas primarias con sus respectivos códigos de ciudad, lo que conlleva una tarificación especial para llamados entre las ciudades.
La primera región en ver los cambios será Valparaíso. Aquí se creará, a partir de 2011, una sola zona de llamadas. Luego el proyecto del Gobierno considera implementar cuatro macro-zonas para el cobro de las llamadas nacionales. Esto facilitaría la conectividad entre regiones aledañas.
Por último, se considera eliminar totalmente la LDN. No obstante, en el Gobierno hay claridad que esto no se alcanzará a implementar antes de 2014.
La decisión del Gobierno de subsidiar la demanda de internet en Chile hasta ahora, sólo se subsidia la oferta para que las empresas inviertan en zonas extremas del país, cobrando una tarifa fijada por la autoridad, esto implicará un desembolso de entre US$ 200 millones y US$ 300 millones por año en 2013 y 2014. Hoy, el promedio de penetración de los países de la OCDE es de 65%; en Chile es del 33%.
En paralelo, el Gobierno lidera esfuerzos multilaterales para bajar los costos internacionales de internet. La estrategia propuesta es que cada país internamente (la Cepal ya está como coordinadora de una mesa en que se integraron Argentina, Brasil, Uruguay y Perú) sume su demanda global de banda ancha para generar una economía de escala que permita reducir el costo internacional que se paga hoy, favoreciendo menores precios para los usuarios finales.
El Gobierno envió al Congreso un proyecto de ley en el cual se contempla permitir el ingreso de los denominados operadores de infraestructura. Este tipo de compañías -que ya han ganado un importante espacio en EE.UU., España y Brasil- tendrá la posibilidad de arrendar su infraestructura a más de una empresa de telecomunicaciones, lo que podría generar economías de escala.