Según el reportaje aparecido este Sábado en la Revista de El Mercurio, sobre los pioneros de Mapocho Valley, podemos señalar que no es una industria consolidada sino que dispersa y sin una clara orientación, es más bien el esfuerzo aislado de varios innovadores y talentosos jóvenes que están trabajando bajo un objetivo super interesante, esto es el que Santiago se transforme en un centro de desarrollo, servicios y de operaciones para la generación de empresas tecnológicas. Siempre hay obstáculos en estas apuestas, se reconoce que el idioma como competencia de empleabilidad es un piedra de tope para seguir avanzando en el desarrollo de esta industria. Además, si bien contamos con las personas adecuadas tenemos que generar un estrategia adecuada para canalizar estas iniciativas ya que hay un conjunto de factores necesarios para que puedan generar frutos cada una de las ideas que estas empresas crean. Tenemos que desarrollar la capacidad de atraer a las instituciones de educación superior, empresas, inversionistas ángeles para que conozcan cada una de las iniciativas. Sería muy interesante si se logra generar algo como un Polo Tecnológico para Santiago, tal como lo propone la GECHS.