Ayer ha sido un día lleno de reuniones, me ha tocado participar en una reunión de Corfo del comité de inversiones en materia de Tecnología de Información donde una empresa extranjera quiere invertir en Chile. El proyecto es muy interesante y me ha tocado ver cómo se debe presentar este tipo de iniciativas a nivel de Corfo pero que existen recursos destinados a apoyar estos proyectos en Chile.
Además, ayer se ha publicado un artículo en El Mercurio de opinión del Vice – Presidente Ejecutivo de Corfo, Carlos Alvarez quien ha señalado que hay un interés a nivel de Gobierno de avanzar y resulta sano que ponerse metas cada vez más altas. Lo que no se debe olvidar es que en esta materia se está perfeccionando una política nacional. La relación universidad-empresa se ha afianzado con la constitución de 18 consorcios tecnológicos a partir del 2005, en áreas como la vitivinicultura, la genómica forestal y la fruticultura. En total, suman 36 grupos de investigación, 110 empresas, 14 asociaciones gremiales y 9 entidades internacionales, que llevan adelante investigación, desarrollo e innovación de altos estándares.Las empresas más pequeñas son apoyadas por más de 90 nodos tecnológicos, formados hace un año, que asesoran y capacitan a las mipymes para que incorporen innovación en sus procesos y productos. Esta red de instituciones privadas, presente en todo el territorio y mayoritariamente en regiones, ha hecho posible atender a casi 11.000 empresas anualmente.
Este escenario nos debe poner a pensar qué está haciendo la empresa privada para apoyar este tipo de iniciativas para generar en nuestro país un lugar atractivo para generar inversiones. Nuestra debilidad como país es la ausencia de capital humano calificado, pero también la necesidad de contar con la oportunidad para apoyar proyectos de emprendimiento ya que no tenemos la cultura de generar iniciativas de emprendimiento, se nos enseña a nivel familiar que tenemos que estudiar, ¿para qué? Para tener un empleo fijo, ojalá bien remunerado y con beneficios. Pero esa formación no se adecua al contexto que vivimos hoy, donde en promedio uno permanece entre 3 y 4 años en un empleo y además, debe estar constantemente adecuándose en el sector industrial en que uno ejerce su actividad profesional.
Actualmente, Corfo ha señalado que este año se han financiado proyectos innovadores por $17.000 millones. Un 60% ha sido aportado por las empresas, lo que muestra el compromiso privado en esta inversión.La innovación está aquí: En la discusión pública, en los medios de comunicación, en los seminarios, en el mundo académico, y ciertamente en nuestras empresas, que han aprovechado crecientemente los engrosados fondos públicos que, como país, decidimos destinar a este fin.
Se debe tener presente que varias son las iniciativas que se están gestionando en el Congreso sobre mecanismos de atracción de inversión en Chile, entre ellos podemos mencionar la puesta en marcha de líneas de capital de riesgo, autorizadas por la ley MK2; la internacionalización de la innovación, con estudios prospectivos y plataformas de atención en los mercados de destino de nuestras exportaciones; el diseño del mecanismo de crédito tributario para las actividades de I+D, hoy en discusión en el Parlamento.
¿Cómo un jóven con proyectos en materia de TI podrían acceder a todos los beneficios que entrega Corfo? El problema es que algunos de ellos, se hace complejo el poder acceder por las exigencias que se piden.