No puedo dejar pasar la oportunidad para hacer mención al descubrimiento, seguimiento y captura de un ingeniero informático quien tenía acceso a más de 20.000 clientes.
El imputado había recolectado información relativa a los tarjetas de miles de personas, ya que entre los años 1995 y 2000 consiguió gran cantidad de bases de datos.No obstante, gracias a los cambios en los sistemas de seguridad de los bancos, todos estos antecedentes recolectados durante el periodo antes mencionado quedaron obsoletos. El modus operandi era seguir una “ruta de defraudación”, en la que elegía diez horarios y establecimientos que en la semana presentaran ciertas debilidades de seguridad -donde había cajeros automáticos para sacar dinero- y realizaba giros diarios de $400 mil pesos en promedio.
Fuente: El Mercurio
Veremos que otras sorpresas nos está deparando este caso y que la investigación que lleva la respectiva Fiscalía entregará en su momento.