Estoy leyendo el libro La Tierra es Plana de Thomas Friedman, me costó mucho encontrar el libro, tanto que en Chile no estaba, lo compré en Buenos Aires a un muy buen precio. El tema del offshoring es algo que se repite constantemente en el libro. Durante los últimos 15 años, las empresas han emigrado a un puñado de ciudades en India y Europa Oriental para realizar actividades de servicios offshoring. Como resultado, la mayoría de los lugares más populares se están sobrecalentando. La demanda por profesionales jóvenes está dejando atrás a la oferta, los salarios y la rotación están aumentando y los sobrecargados sistemas de infraestructura desfallecen ante el crecimiento explosivo.
La buena noticia es que los mercados laborales rígidos en las bien conocidas zonas calientes son la excepción, no la regla. Muchas alternativas atractivas están apareciendo por todo el mundo. De acuerdo a un estudio del McKinsey Global Institute, más de 90% de la vasta y rápidamente creciente reserva de gente con educación universitaria, apropiada para trabajar en multinacionales, se localiza fuera de las ciudades actualmente en boga. Por ejemplo, en Marruecos se ubican empresas francesas y españolas que requieren personal bilingüe en su lengua natal. La vecina Túnez ha utilizado su moderna infraestructura, sus regulaciones amigables con los negocios y su mano de obra estable y de bajo costo para atraer empresas como Siemens y Wanadoo. Vietnam ofrece graduados universitarios con fuertes destrezas en matemáticas; hablan francés, inglés, alemán o ruso y no demandan salarios elevados. El problema que enfrentan las zonas calientes, sumado a la aparición de muchos más países capaces y dispuestos a proveer servicios offshore, significa que elegir una ubicación se ha vuelto más complicado. Al escoger un lugar, las empresas tendrán que enfocarse menos en los bajos salarios y muchos más en las otras formas en que las ciudades candidatas pueden satisfacer sus necesidades de negocios. Tendrán que ser mucho más rigurosas en articular con precisión lo que necesitan de una plaza offshore. Esto significa evaluar sus necesidades específicas en varias dimensiones y entender de qué manera las ubicaciones alternativas pueden satisfacer aquellas necesidades en el futuro previsible.
En otros post hemos hablado de la necesidad de ser competitivos a nivel global, pero eso requiere esfuerzos no solo de los privados sino que también del sector público, allí la educación y los condiciones de un marco jurídico, económico y social son fundamentales para atraer la inversión extranjera a nuestro país y que tenga un impacto en nuestro PIB.