BRUSELAS (Reuters) – Las empresas de telecomunicaciones y los grupos pro derechos civiles se están preparando para intentar influir en la batalla que se desatará el próximo mes entre los Estados de la Unión Europea y la Comisión Europea sobre los diferentes planes para vigilar las llamadas y los correos electrónicos en la lucha contra el terrorismo.
¿Terrorismo v/s Libertades personales, dónde está el límite?