Educar y capacitar al personal con respecto a las políticas de la compañía sobre protección y disponibilidad de la información.
Establecer planes de contingencia para que la operación de la empresa no se vea interrumpida aún en caso de desastre.
Encriptar la red inalámbrica para asegurar la conexión entre la red inalámbrica y la red ordinaria con una red privada virtual (VPN, sigla en inglés) e instalar un firewall en el punto de acceso inalámbrico.
Respaldar los datos de manera periódica; conocer y actualizar soluciones integrales de seguridad, respaldo y recuperación.
El uso de constante de parches para que la organización esté protegida ante cualquier amenaza actual y futura en la red.
A estas recomendaciones se debe sumar a la creación de mecanismos jurídicos de control, como lo son el reglamento de higiene y seguridad, la elaboración de políticas informáticas, y un adecuado contexto contractual donde las personas tengan contratos de trabajo acorde al nivel de funciones que realizan dentro de las empresas. Estas son algunas de las recomendaciones al que se enfrentan las pequeñas y medianas empresas, no podemos dejar de señalar que la necesidad de adecuarse al contexto de la tecnología es una necesidad y una realidad.