La participación de este tipo de proyectos genera interesantes atracciones para disminuir la brecha que se genera en comunas en que hay diferencias de personas conectadas.
Una comuna digital puede marcar una diferencia con aquellas que no lo sean, se acorta el tiempo de la prestación de servicios con lo que se puede convertir en un polo de atracción de inversionistas donde el tiempo es un aliado para los negocios, puede ser líder en proyectos de tecnología que beneficien a colegios municipalizados y se transformen en centro de alfabetización digital para todos aquellos que no tienen los recursos necesarios para tener un computador, el colegio se transforma en un verdadero centro de capacitación para estudiantes y apoderados que tengan el interés en aprender a utilizar esta tecnología así obtenemos un efecto cascada donde toda la comunidad puede ser beneficiada con este tipo de iniciativas y que por supuesto se transforma en un aporte al crecimiento del capital humano nacional.
El ejemplo de Peñalolen es interesante, pero una excepción, en Chile tenemos más de 345 comunas, creo que van ya en las 348, una importante cantidad ni siquiera tiene sitio web, sus niveles de uso de TI son bajos, no tienen los recursos, capital humano escasamente actualizado, no hay liderazgos, vaya que falta por hacer cosas. Tenemos que seguir educando.