Una investigación a empresas y organizaciones hecha el año 2005 por el Instituto ePolicy y por la Asociación Americana de Gerenciamiento descubrió que el 76% de las firmas monitorea los sitios visitados por sus empleados y el 65% bloquea algunas páginas. Es más, al menos 55% revisa y retiene e-mails y el 36% rastrea los contenidos de los computadores de los funcionarios, las teclas presionadas y el tiempo gastado en el teclado.
La pérdida de productividad es la mayor preocupación que lleva a las empresas a tomar estas medidas. Estas no solo son tomadas desde una visión organizacional sino que deben ser consideradas de acuerdo a las facultades legales que contempla las normas del Código del Trabajo conforme a la Constitución Política de la República.
Las compañías del sector privado no están haciendo lo suficiente por crear conciencia entre los empleados, desde los estudiantes en práctica hasta los directivos, sobre el uso aceptable de la web. Tampoco, dice, han dejado claro que en el centro de trabajo “uno no tiene una esperanza razonable de intimidad”.
Las consecuencias del mal uso de la red pueden ser desastrosas para los despistados trabajadores que navegan sin saber que alguien los está mirando. El 26% de las organizaciones encuestadas por ePolicy en Estados Unidos despidieron trabajadores por usar internet incorrectamente. Otro 25% hizo lo mismo por abusar del correo electrónico y el 6% los echó por pasar horas en el teléfono. Pero la pillería es que el sondeo no dice cuántos de esos empleados eran ejecutivos.