El robo de identidad es el delito de más rápido crecimiento en el mundo. Hasta no hace mucho tiempo, cuando un ladrón nos robaba la billetera o porta documentos, el dinero era lo único que pretendía. Eso esta cambiando, ahora lo más valioso es el número de CÉDULA DE IDENTIDAD, la tarjeta de cajero crédito, de débito, los cheques y cualquier otro documento que contenga sus datos personales.
En el transcurso de un día normal, usted divulga esta información al hacer transacciones en persona, por teléfono y online para efectuar la compra de productos y servicios. Si esta información confidencial cae en manos de un delincuente, podría utilizarse para robarle su identidad financiera y realizar muchas de las actividades en nombre suyo.
Nadie esta a salvo de este delito ni podemos tener la certeza de que nunca le robarán su identidad, lo importante es conocer los métodos existentes para reducir las probabilidades de que usted se convierta en una víctima y qué medidas puede tomar si llegara a ocurrir.
En el 50% de los casos denunciados sobre robo de identidad, el mismo se había realizado en empresas de telefonía celular. La modalidad fue la siguiente:
Alguien se presenta en la empresa y, utilizando un documento apócrifo compra un teléfono celular, el cual es cargado en la cuenta de la victima, a la cual le llegara la factura para su posterior pago.
En este caso, los damnificados hacen hincapié en las deficiencias para identificar y verificar la identidad de la persona, comentan que ¨la empresa de telecomunicaciones no toma ningún recaudo y que no pueden tener una base de datos con todos los clientes¨.
En uno de los casos, la victima era cliente y comentó que deberían haberse asegurado si era la persona correcta la que realizaba la transacción, dado que ellos tenían en su poder su fotocopia del CÉDULA DE IDENTIDAD.